Entramados Intelectuales

“Ellas fueron las primeras en plasmar el universo como malla y como redes. Anudaban sus alegrías, ilusiones, angustias, terrores y creencias más íntimas. Teñían de colores la monotonía. Entrelazaban verbos, lana, adjetivos y seda. Por eso textos y tejidos comparten tantas palabras”

Irene Vallejo

 

El canon de la ciencia

A partir de la instauración histórica del patriarcado como sistema político y cultural, las mujeres fueron exlcuidas de los espacios de poder: el político, el económico y el intelectual. El ámbito intelectual ha sido un espacio no neutral ni objetivo, porque no ha sido ajeno al sistema patriarcal. A partir de esta exclusión se construyó el canon científico como la estructura de valor hegemónica que llegó a imponer valores y normas de quienes disponían, producían y decidían lo que era conocimiento científico válido y legítimo.

Este canon se rearticula y actualiza a partir de: 

la naturalización del orden masculino dominante, 

la invisibilización de la producción intelectual de las mujeres y

su carácter autorreferencial, lo que ha permitido no solo la exclusión de las mujeres de las comunidades de aprendizaje y producción del conocimiento, extendiéndose su exclusión a las formas diversas de acercarse, conocer y explicar el mundo.

 

Entramados intelectuales

La Cartografía del Pensamiento Social de las Mujeres entreteje y vincula la producción intelectual de las mujeres, más que pensarla clasificada en gavetas o por enfoques. El entramado intelectual permite distinguir la singularidad del pensamiento femenino y distiguir rasgos comunes en las aproximaciones a ciertas problemáticas, la escritura anclada a la experiencia de género, así como su evidente o velada resistencia frente a narrativas andróginas y hegemónicas en diferentes ámbitos de la vida académica e intelectual de su tiempo.

Un entramado intelectual no pretende unificar las ideas o encasillar a las mujeres en un solo tipo de pensamiento. El propósito común es visibilizar y evidenciar las diversas formas en las cuales se construyen las producciones intelectuales de las mujeres y cómo éstas se entretejen y permiten analizar la realidad social desde una mirada integral y compleja.

 

Restructuración del canon

Repensar la inserción de las mujeres en el ámbito de lo intelectual implica partir de la crítica al canon de la ciencia y reconocer sus facetas andróginas, excluyentes, universalistas y sobregeneralizantes. Esto se traduce en lo que se ha denominado como violencia epistémica, la cual ha sido validada desde el canon. 

Un ejercicio de justicia epistémica, significa restaurar a las mujeres en las principales discusiones de las diferentes disciplinas, modernas y más antiguas, rastrear los aportes desde distintas temporalidades y territorialidades y, por lo tanto, llevar a cabo un ejercicio de memoria histórica y de reivnidicación intelectual.